Haceros seguidores de esta página, encontraréis los hechos y personajes que llenan las páginas de la novela.
También podéis haceros seguidores en Facebook: https://www.facebook.com/Pinguinosenparisbajodostricolores/

Haceros seguidores de esta página, encontraréis los hechos y personajes que llenan las páginas de la novela.
También podéis haceros seguidores en Facebook: https://www.facebook.com/Pinguinosenparisbajodostricolores/


El programa contó con la aparición de mi amiga Evelyn Mesquida autora de La Nueve y prologuista de mi novela.
Fue un programa reivindicativo y muy entretenido con algunos errores de bulto, pero muy significativo después de tantos años de olvido. Uno de los gazapos de los guionistas de la Sexta fue insistir e insistir en llamar tanques a los carros de combate y a los half track que eran los que llevaban nombres españoles en sus carrocerías. Podéis verlos a todos en esta misma página en el siguiente enlace.

Otro de los gazapos de la Sexta fue el de hablar de «olvidos injustos» cuando mencionaron a Armando Granell, segundo de La Nueve, mostrando una foto con el capitán Dronne preparando el asalto a la Telefónica de París y «olvidaron» que otro de los oficiales que aparecen en la misma foto era Martín Bernal, apodado Garcés, un zaragozano que recibió varias cruces de guerra, una de ellas por el asalto que estaban planeando y que, posteriormente, fue nombrado caballero de la Legión de Honor por sus heroicidades en la Segunda División Blindada de Leclerc y concretamente en La Nueve.

El jeep de Dronne, con gorra de oficial, a su derecha, apoyado en el vehículo, Martín Bernal; a su izquierda, de pie, Amado Granell y el soldado Perlian. (foto archivo autor)

Amado Granell encabezó el desfile del día 26 a bordo de su Tatra, seguido del Santander. Algo más atrás estaba Martín, a bordo del half- track Teruel.
Para conocer la historia de Martín Bernal

Un magnífico trabajo y homenaje sobre La Nueve desde la EMISORA ESCUELA AYTO. MADRID – WWW.M21RADIO.ES

Escenas de la liberación de París, como las cuento en mi novela.
En la novela se relatan las difíciles decisiones que tuvo que tomar Dietrich von Choltitz, general en jefe de la guarnición alemana en París, ante la llegada de los aliados. El día 9 de noviembre se cumplirán 123 años del nacimiento del militar prusiano en Laka Prudnika en la actual Polonia. El pasado 5 de noviembre se cumplieron 51 años de su muerte en Baden- Baden(Alemania). Von Choltitz sobrevivió muchos años a su posible muerte en un París incendiado y destruido (un nuevo Stalingrado) como pretendía Adolfo Hitler.

En Pingüinos en París se cuentan sus últimos momentos de libertad antes de que La Nueve entrara en la capital parisina la tarde del 24 de agosto de 1944.
Fragmento de Pingüinos en París:
Dietrich von Choltitz, desde el hotel Maurice, ordena que aquella noche no se perpetren más ataques y que las fuerzas solo se limiten a defenderse, incluida la Gestapo y los partidarios de Vichy, pretende disfrutar de una velada en calma; ha decidido no dinamitar la ciudad. Sin embargo, conoce al estado mayor de Hitler y sabe que en cuanto sepan que la orden de incendiar París no se ha cumplido será destituido y arrestado, y le consta que su sustituto, si le dan tiempo, no tendrá ninguna contemplación ni con la ciudad ni con él. Pide que le sirvan una copa de Henri IV Dudognon Heritag en el salón, bajo la cúpula acristalada del Jardín de Invierno. Su ayudante trata de permanecer a su lado, pero con un gesto de su mano le indica que prefiere estar solo. Aspira profundamente el aroma del coñac con cien años de cautiverio en barrica, lo saborea lentamente y se felicita de que los aliados ya estén en la capital; aunque, con toda seguridad, esto represente su última noche en libertad, incluso su última velada; es consciente de que, cualquier otro retraso de los aliados, hubiera tenido consecuencias catastróficas para la capital. Pide otro coñac y sube a la habitación, desde su ventana contempla la Torre Eiffel entre las sombras nocturnas, erguida y a salvo; levanta su copa y brinda por París.

Dietrich von Choltitz, fue arrestado por tres españoles.
Se trataba de un extremeño llamado Antonio Gutiérrez, el aragonés Antonio
Navarro y Francisco Sánchez, sevillano de pura cepa. Atravesaron
el lujoso hall y subieron al primer piso donde encontraron al general con su Estado Mayor. Los alemanes viéndose encañonados se rindieron al trío de españoles. Uno de los oficiales les dijo en francés algo sobre las leyes de la guerra. Gutiérrez no entendió del todo el discurso del alemán y respondió con el argumento que le pareció más persuasivo. “Somos españoles y si nos os rendís os pegamos cuatro tiros”, les dijo. Entonces intervino Von Choltitz y dirigiéndose al extremeño solicitó rendirse a un oficial francés de rango. Entraron Hugo y Pietro y sin dejar de encañonarles esperaron la llegada de comandante La Horie. A partir de aquel momento, el general alemán cursó la orden para el alto el fuego a la guarnición alemana de París. Desde las 12.30 ya ondeaba en la Torre Eiffel la bandera tricolor francesa.
Se encomendó a los tres españoles que le habían detenido, el traslado del gobernador militar a la prefectura en L’Ille de France. Antes de salir del Maurice, en aquellos salones que le habían hecho soñar, Von Choltitz, ya un tanto más reposado, se quitó el reloj de la muñeca y se lo entregó a Gutiérrez.
– Es mi regalo por saber respetar las reglas de guerra – le dijo.
Fragmento de Pingüinos en París

Con el general Leclerc, comandante de La 2DB la División donde estaba integrada La Nueve.

Firmando la rendición.
DE PELÍCULA
El 26 de octubre de 1966 se estrenaba la película ¿Arde París? dirigida por René Clément, que cuenta los hechos acaecidos en la liberación de París, donde los españoles de La Nueve, es decir, los Pingüinos, tuvieron un gran protagonismo.
El guión del film se basó en el libro homónimo de Larry Collins y Dominique Lapierre. El guión estuvo a cargo del escritor Gore Vidal y por un joven Francis Ford Coppola.


Jean-Paul Belmondo, Charles Boyer, Leslie Caron, Jean-Pierre Cassel, George Chakiris, Bruno Cremer, Claude Dauphin, Alain Delon, Kirk Douglas, Pierre Dux, Glenn Ford, Gert Fröbe, Daniel Gélin, Georges Géret, Hannes Messemer, Harry Meyen, Yves Montand, Anthony Perkins, Michel Piccoli, Wolfgang Preiss, Claude Rich, Simone Signoret, Robert Stack, Jean-Louis Trintignant, Pierre Vaneck, Marie Versini, Skip Ward, Orson Welles, Michel Etcheverry, Billy Frick.
Aquí os incluyo algunos de los más importantes y, al final, una interesante investigación de Jalyne Llorens B sobre la película con todas sus actrices y actores, incluso los que les doblaron en francés; una maravilla.
Leslie Caron

Charles Boyer

Jean-Paul Belmondo

Jean- Pierre Cassel

George Chakiris

Bruno Cremer

Claude Dauphin

Kirk Douglas

Orson Welles

Alain Delon

Glenn Ford
Anthony Perkins

Gert Fröbe. En el papel de Dietrich Von Choltitz, el general, jefe militar de París, arrestado por tres españoles componentes de la División Leclerc.

Claude Rich, interpretando al General Leclerc , uno de los protagonistas de Pingüinos en París.

Simone Signoret

Georges Staquet. En el papel de Raymond Dronne, capitán de La Nueve y uno de los protagonistas de la novela.
Aquí tenéis la relación de las actrices y actores, con lo papeles interpretados, gracias a un vídeo de Jalyne Llorens B
La entrada en París de La Nueve.
Aquí en el minuto 3.35 se reconstruye el momento en que el general Leclerc ordena al capitán Dronne que entre en París “con lo que tenga” y con » no haga caso de las órdenes “estúpidas” de los americanos». En el minuto 5.23 en el jeep de mando el capitán Dronne se informa de cómo avanzar y el minuto 5.30 veréis pasar al Madrid – en aquellos momentos a 10 kilómetros de allí – y en el 5.34 al Teruel, que sí fue uno de los que entraron la noche del 24 de agosto y en el 6.02 se reconstruye la llegada del primer half-track (El Guadalajara) al ayuntamiento parisino.
Bien, los franceses y norteamericanos siguen haciendo «chauvinismos» y a pesar de que incluir parte de la película para que se viera el momento que describo, trataba de ser una forma de homenaje al film, esto ha sido censurado. No importa, la gesta de La Nueve empieza a conocerse en todas partes.


Dibujo de Annie Dream en la novela.

Capa es uno de los personajes principales de mi novela Pingüinos en París. Su relación con Gerda y con la fotografía – sus dos grandes amores – son instantes de que aparecen entre las páginas del libro, como surgen las mágicas instantáneas de su cámara.
El 22 de octubre de 1913 nacía en Budapest y un 25 de mayo de 1954 moría en Thái Bình, entonces Indochina francesa y hoy República de Vietnam. Su última foto la hizo aquel mismo día antes de pisar la mina asesina.

Son conocidas y admiradas muchas de sus fotografías. En otras entradas de esta misma página aparecen unas cuantas.
Primera parte: Fotos primeras y Guerra Civil Española
Segunda parte: Fotos Segunda Guerra Mundial
Tuve ocasión de visitar en París el apartamento de Gerda y Robert. Podéis ver las fotos de Ana Elisa Martínez
El apartamento de Gerda y Robert Capa
Algunas de sus últimas fotos:

Robert Capa por Henri Cartier Bresson (1953)

En el baño, leyendo a Simenon. Foto Magnum

Con Steinbeck. Autorretrato.

De bailoteo en Hollywood. Magnum fotos.

Con «Chim» Seymour. Foto de Henri Cartier Bresson.
Algunas de los momentos de la liberación de París que aparecen en la novela:

Me ha costado trabajo, pero ha valido la pena. He podido cumplimentar todos los vehículos de La Nueve que aparecen en mi novela: Pingüinos en París.
Asomaos por :Vehículos de La Nueve y no os sentiréis defraudados. He tratado de referenciar en que páginas o en quién me ha proporcionado las fotos. Ruego a todas y a todos los que queráis hacer una rectificación, valoración o personalizar algún contenido lo hagáis, para que todo el mundo pueda disfrutarlo. También pide disculpas a quienes crean que alguno de los contenidos les pertenece, en este caso estoy dispuesto a la rectificación, corrección o aclaración a quien lo solicite. Un saludo.


MARTÍN BERNAL PERSONAJE DE PINGÜINOS EN PARÍS (BAJO DOS TRICOLORES) En la foto es el primero por la izquierda de la primera fila.
El día 30 de este mes se cumple el aniversario del nacimiento de un gran héroe de La Nueve.

En su libro Carnets de Route, concretamente en la página 259 de Editions France-Empir de 1984, Raymond Dronne, capitán de La Nueve, describe así a Martín Bernal:
El sargento-jefe y futuro alférez Garcés, cuyo verdadero nombre es Martín Bernal, es un aragonés de Zaragoza. Este coloso- Bernal medía más de un metro ochenta -, de ritmo tranquilo y señorial había comenzado una carrera de torero; su nombre de matador era Larita II. Fue hecho prisionero por los franquistas al final de la guerra civil, pero pudo evadirse. Atravesó gran parte de España a pie, escondiéndose de día y caminando de noche para evitar ser visto. Según él mismo me contó, guiándose por la estrella polar, pudo llegar al Pirineo y entrar en Francia en septiembre de 1939. Arrestado por los gendarmes, las autoridades francesas le proponen ingresar en el ejército francés o ser devuelto a la frontera española. En aquella época, Garcés, no hablaba francés. La palabra francesa “armée” – ejército – le sonaba como si le propusieran ingresar en la armada francesa. “Yo no puedo ingresar en la armada, repuso Bernal, jamás he subido a un barco (…)” Por su clase, por su valor y tranquilidad, además de su buen humor y simpatía, Bernal se ganó rápidamente a sus camaradas. Después de la guerra, aprovechó sus conocimientos de zapatero para instalar con su hermano, liberado de Mauthausen, un prospero negocio de zapatería en las afueras de París.
Estas son las palabras con las que Raymond Dronne define a uno de sus mejores hombres: el zaragozano Martín Bernal, conocido por sus compañeros de La Nueve como “Garcés” o como “el Maño”.
Martín Bernal Lavilla nació en Garrapinillos (Zaragoza) el 30 de enero de 1912, un reportaje del Heraldo de Aragón de Zaragoza, publicado el 22 de agosto de 2004 con motivo del 60 aniversario de la liberación de París, sitúa erróneamente su nacimiento en La Cartuja de la Inmaculada, un barrio zaragozano cercano a la capital y donde, al parecer, trabajaron durante algún tiempo Martín y su hermano Paco y donde se afiliaron a la CNT a instancias de un viejo cenetista llamado Pedro Blasco.
La verdadera pasión de Martín en aquellos tiempos era el toreo. Su admiración por Larita le hizo bautizarse profesionalmente como Larita II; su apoderado era Miguel Grimal. Vivía en el barrio zaragozano de Torrero en el 13 de la calle Triana, en la misma calle donde todavía viven sus sobrinos y a los que visitó en varias ocasiones a partir de los años 70. Durante su época de novillero, que truncaría la guerra civil, se hizo amigo de otro novillero llamado Manuel Garcés Navarro, nacido en Fuentes de Ebro el 3-5-1910 – y que con el tiempo se convertiría en su cuñado, ya que Martín formó pareja – fue el amor de su vida – con Carmen Garcés, hermana de Manuel, con la que tuvo dos hijas llamadas Carmen y María y posteriormente ya en París un hijo: Andrés –Dedé – terminada la II Guerra Mundial.
En el año 1938, Martín, su hermano Paco y su cuñado Manuel escaparon de Zaragoza, donde había triunfado el golpe militar, y se incorporaron a las columnas cenetistas que pretendían liberar la capital maña. Combatieron más tarde en la Batalla de Teruel. Al final de la guerra, Martín, fue apresado por el ejército franquista en una población manchega. De allí fue conducido a un campo de concentración en un antiguo monasterio cartujo llamado Porta Coeli cercano a Liria (Valencia). Se las apañó para escapar del campo y huir a Francia cruzando por un valle pirenaico: para entonces había perdido el contacto con su hermano, que acabó en Mathausen, y con su cuñado Manuel que terminó con sus huesos en Carabanchel.

Ya en Francia, las autoridades francesas le “invitaron” a incorporarse a la Legión Extranjera y embarcó rumbo al África central. Combatió en el Senegal y en 1942 en la campaña del Norte de áfrica y en la Batalla de Túnez en el 43 contra el Afrika Korps de Rommel y en la que fue herido por primera vez – lo sería en otras dos ocasiones -. Por su comportamiento en los combates recibió la Medalla Colonial de la República Francesa, una de las distinciones militares más preciadas.

Enterado de que el general Leclerc, pretendía organizar una división acorazada de la Francia Libre, no lo dudó ni un solo momento y se alistó, junto con muchos otros españoles, en la que más tarde sería la famosa División Leclerc. Muchos de los que se incorporaron a la nueva división cambiaron sus nombres para poder “desertar” de otras unidades francesas, así, Martín se registró como Garcés – el apellido de Carmen – en la nueva unidad.
La flamante división fue equipada por el ejército norteamericano y conducida a Inglaterra para su preparación ante el inminente asalto a la Europa continental. Martín fue incorporado a la novena compañía del III Regimiento de Marcha del Chat de la División Leclerc. Su compañía fue pronto conocida por todos los divisionarios como La Nueve, así en español, ya que la mayoría de sus hombres (146) eran españoles. En el censo de la división había más de un millar y medio de españoles, conocidos como los Pingüinos. Su lugar de entrenamiento en Inglaterra fue en la ciudad de Pocklington.

Sentado sobre el capó de su half-track Teruel
La división desembarcó en Utah beach a principios de agosto y participó en la liberación de Écouché y en gran número de combates como la toma del puente sobre el Sarthe y la de Alençon o en la reducción de la bolsa de Falaise; hasta llegar a las cercanías de París. En todos ellos se distinguió Bernal. La tarde del 24 Leclerc ordenó al capitán Dronne que avanzará con su compañía hacia París, defendida por más de 20.000 alemanes. La Nueve entró la primera en la ciudad, con sus half tracks de nombres de evocación española, por la Puerta de Italia. Martín al mando del HT Teruel y comandando una de las secciones fue uno de los libertadores que primero llegaría al ayuntamiento parisino, eran la 21.22 de la tarde del 24 de agosto de 1944.


Al día siguiente entraba el resto de la División y Martín se batía en las calles reduciendo los focos de resistencia alemanes, siendo citado en la orden del día por su valor:
“Suboficial de una alta valía militar y moral. Posee tanto valor bajo el fuego como sentido de la responsabilidad en la retaguardia. Ha sido citado varias veces. Actuando como subjefe de sección, el 25 de agosto, en París, se hizo cargo de la misma cuando su jefe fue gravemente herido; mandándola con notable autoridad»

Continuó con la compañía ascendiendo a alférez, luchando en los Vosgos y en territorio alemán hasta llegar al Nido del Águila, el Kehlsteinhaus, en los Alpes Bávaros, para entonces sólo 16 españoles de La Nueve seguían en la compañía; más de cincuenta yacían enterrados en los campos de Europa y el resto se recuperaba en una docena de hospitales aliados. Martín había recibido La Croix de Guerre avec palme y había sido herido en otras dos ocasiones. También había recibido la Medalla militar. Al llegar a la que fuera la casa predilecta de Hitler, Martín se desbebió en el sillón del dictador alemán.




Terminada la II Guerra Mundial, Martín instaló con su hermano Paco – liberado de Mathausen – una zapatería en Choisy-le-Roi, a 18 km de París, donde tenía su residencia, concretamente en el número 3 de la calle Pablo Ruiz Picasso. El domingo 18 de octubre de 1987 se le nombró Caballero de la Legión de Honor. Falleció el 29 de julio de 1991 y está enterrado en el cementerio de Choisy-le-Roi (Val – de – Marne). Por aquel entonces la hazaña de La Nueve todavía permanecía “convenientemente” olvidada.

Frente a su zapatería en Choisy-le-Roi

Con su esposa Carmen Garcés.

Recibiendo la Legión de Honor.
