El general Patton en Pingüinos en París

El general Patton es uno de los personajes que aparecen en mi novela Pingüinos en París (Bajo dos tricolores). El carismático personaje vivirá en el libro sus triunfos africanos, el desembarco de Sicilia y su ostracismo en la isla por orden de su amigo y jefe Dwight D. Eisenhower.  Mientras tanto el general… dirigía la invasión aliada de la Italia continental.

No obstante, Patton tuvo de nuevo su oportunidad en el asalto a Europa, pese a no intervenir en el desembarco de Normandía.  Dirigió a sus tropas hasta llegar al mismo corazón de Babiera y Checoslovaquia llegando hasta Pilsen con intención de llegar a Praga antes que los rusos. Sin embargo,  recibió la orden directa de Eisenhower de detenerse.  Sus soflamas anticomunistas y su deseo de continuar la guerra contra los aliados de la U.R.S.S., le convirtieron en un militar incómodo y políticamente incorrecto.

Murió el 21 de diciembre de 1945 víctima de un extraño accidente de circulación a los pocos meses de acabar la guerra. Según algunas versiones, su Cadillac fue embestido por un camión que se dio a la fuga – cosa muy improbable porque está comprobado que fue un camión militar de las tropas de ocupación – y que la ambulancia en la que trasladaban a Patton fue a su vez embestida por otro vehículo. Otras versiones aseguran que después del aparatoso accidente los ocupantes del vehículo  y el general apenas sufrieron rasguños.  y que fue un francotirador quien hirió a Patton en el cuello – herida que no aparece en su informe médico  y sí la de la cabeza-, pero que durante su recuperación murió en el hospital. Algunos autores, como el historiador y escritor Robert Wilcox, confiesan haber hablado con Douglas Bazata el francotirador en cuestión, quien aseguraba haber obrado por orden de la OSS antecesora de la CIA, pero otros lo desmienten. También existe la teoría de un atentado de los soviéticos.

Ante tantas teorías conspirativas, la respuesta puede ser la más sencilla: un accidente automovilístico con un camión conducido por el sargento Thomson. El ingreso en el hospital Heildelberg Center con una herida en la cabeza y la muerte del general por complicaciones hospitalarias.

 

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George Smith Patton, Jr.  Nació en San Gabriel, California el 11 de noviembre de  1885 y falleció en Heidelberg, Alemania el 21 de diciembre de 1945. General norteamericano famoso por su fuerte carácter y por considerar los carros de combate el arma más importante de las tropas de asalto. Mandó unidades blindadas en los combates de África del Norte; durante la invasión de Sicilia ; y en el frente europeo. Entre el Cuerpo de Ejército bajo su mando se encontraba la División Leclrec y por ende La Nueve.

A la mañana siguiente, los soldados del 180 estaban deseosos de entrar en combate. Compton se dirigió de nuevo a su compañía. “Recordad las palabras del general” – dijo refiriéndose a lo predicado por George Patton antes del comienzo de la invasión: “Cuando un fascista o un nazi se rindan apuntad entre la cuarta y quinta costilla y disparad.”

Patton había ganado la carrera de Mesina, la 3ª División de Infantería americana entró en la ciudad cuando de su puerto partían las últimas embarcaciones de hombres y material para la Italia continental. Fue una victoria completa, aunque pírrica.  Más de 100.000 hombres y 10.000 vehículos de las tropas del Eje habían pasado el estrecho. Eisenhower no quedó demasiado satisfecho con la actuación del general George Smith Patton en la campaña, sobre todo cuando llegaron a sus oídos ciertos abusos del viejo “sangre y agallas” a sus propios hombres y la masacre cometida en Biscari por del capitán Compton a la que se unía otra escabechina realizada en el mismo lugar por el sargento Horace West. Ambas, promovidas por las arengas y la soberbia de Patton. “Dadles en el hígado. Nos reconocerán como matadores, y los matadores son inmortales”, repetía a sus hombres.

 Así que el general en jefe de las fuerzas aliadas, Eisenhower, a pesar de ser su amigo, decidió bajarle un poco los humos y dejar a su exaltado general en Sicilia y relevarle del mando del VII Ejército en las vísperas de la invasión del continente por las tropas angloamericanas. Patton recibió la noticia en uno de sus períodos de inestabilidad emocional y pidió a su estado mayor que localizara un lugar donde aislarse mientras le retenían en Sicilia. Uno de sus coroneles le sugirió el nombre de un pueblecito de la Ragusa donde había sido muy bien acogido. 

Extractos de Pingüinos en París (Bajo dos tricolores)

 

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Patton en GELA (Sicilia) julio 1943

Patton

Patton se incorporó para brindar, estaba un tanto chispeado por el vino y deseoso de impresionar a su anfitriona. Ella lo contemplaba sobrecogida, era consciente de que a sus cincuenta y tres años ya no era una jovencita y, a pesar de ello, todavía sabía sacar provecho a su belleza y elegancia. Se dijo a sí misma que aquel hombretón con pinta de vaquero de película de Hollywood, de cabeza cónica, mirada penetrante y aspecto de ricachón californiano podía ser un buen compañero de juegos.

– Por la conquista de Europa – brindó Patton alzando su copa.

-Y por la libertad – añadió Alfonso en inglés.

Patton le miró condescendiente y se limitó a gustar de nuevo el vino Nero d,Avola de la cercana Siracusa.

-Tengo entendido que es usted… socialista.

-Sí mi general.

-¿Tienen mucho que ver con los comunistas?

-Son de la misma cepa. Aunque de aromas distintos.

-Ya – dijo Patton dando un trago y tomando asiento…

Extractos de Pingüinos en París (Bajo dos tricolores)

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Fotografía de Patton con el general Bradley  de William Alexander Scott III. Ohrdruf, [Thuringia] Alemania,  12 abril de 1945

 

Aquella noche descubrieron afinidades políticas entre el general y don Cornelio y ciertas inclinaciones emotivas entre doña Desiderata y su invitado. No había transcurrido una semana cuando el general de la moderna caballería blindada pudo cabalgar sobre el todavía lozano cuerpo de su anfitriona y contarle sus aventuras, desde sus correrías por Méjico, en las que había matado a Julio Cárdenas, un general de Villa, a su quinto puesto en el pentatlón moderno de las Olimpiadas de Estocolmo.

En realidad gané yo. Aquellos jueces no vieron que no había fallado mi segundo tiro, sino que la bala se había colado por el mismo agujero que la primera – repetía con orgullo.

-Querido, a mí no me importa nada que dispares dos veces al mismo agujero – le decía Desiderata.

Extracto de Pingüinos en París (Bajo dos tricolores)

 

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Patton contra Mas Latrie de Francia en los juegos Olímpicos de 1912 Photo: IOC

 

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Entierro de Patton

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Con su famoso Colt al cinto.

Presentaciones de Pingüinos en París (Bajo dos tricolores)

Presentación en Utebo. Tuve una excelente presentadora: Rosa Magallón y una no menos excelente organizadora: Mará Luisa García.

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Presentación en el barrio de Torrero de Zaragoza con la actuación del Coro Libertario de la República independiente de Torrero. Genial

 

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Y ayer tuvo lugar la presentación de la novela en La Cartuja (Zaragoza), en su precioso Refectorio. El acto fue magnífico y emocionante con la presencia de Felix Moreno en la mesa y las actuaciones del Trío Sonors, que interpretó la «Vie en rose» y «Arde París», la de Jesús Escartín Otín que recitó maravillosamente el poema «Soldado» de Goytisolo y la del grupo Adebán, que, entre otras, cantó: «Rosa la dinamitera». Posteriormente disfrutamos de la formidable actuación del grupo Capitán Mundo. Todo un espectáculo. Mi agradecimiento a la AAVV Jeronima Zaparta de La Cartuja y a su ayuntamiento, a Yolanda que vendió casi todos los ejemplares de la novela y a todos los participantes y asistentes. Y por supuesto a Ana, autora de todas las fotografías.

Bajo dos tricolores.

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El Trío Sonors

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 Felix Moreno me presentó en el acto.
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 El escenario del Refectorio de la antigua Cartuja de la Concepción. Magnífico auditorio actualmente.
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El público de La Cartuja. Gracias.
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Las dos tricolores y el banderín de La Nueve.
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Respondiendo a las preguntas del público.
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Jesús Escartín recitando a Goytisolo.
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El gupo Adebán interpretó a Lorca: «Rosa la dinamitera»
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Yolanda vendió casi todos los libros.

LA BATALLA DE TERUEL

LA BATALLA DE TERUEL EN PINGÜINOS EN PARÍS (BAJO DOS TRICOLORES)

Tal día como hoy, un 15 de diciembre de 1937 se iniciaba la Batalla de Teruel. Un combate en el que, además del enemigo, ambos bandos tuvieron que enfrentarse a un enemigo común: el frío. La ofensiva republicana, tenía por objeto evitar que los franquistas continuaran  su avance hacia el Mediterráneo y cortaran en dos la zona republicana. El ataque se inició a las 15h., bajo una intensa nevada  y sin preparación artillera para no alertar a la guarnición. El día 22 entraban los gubernamentales en la ciudad, se luchó calle por calle, y casa por casa. Para Navidad había cesado toda defensa golpista y la bandera republicana ondeaba en la capital turolense.

La Batalla de Teruel es recreada, contada y  sentida en las páginas de mi novela.

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Tropas republicanas entrando en Teruel. Foto: Alfonso Sánchez

 La ciudad de Teruel era el paradigma de un frente de guerra total. Ambos bandos tenían que soportar los veinte grados bajo cero de aquel diciembre. Era la batalla del frío. Los republicanos habían conseguido tomarla al iniciarse el nuevo año, calle por calle, edificio por edificio y casa por casa, capturado más de tres mil prisioneros. La moral estaba alta. Hugo y su compañía, encuadrada dentro del llamado Ejército de Levante, vigilaban el posible intento de recuperar la ciudad por los numerosos refuerzos de los sublevados llegados a la zona. Para los golpistas no solo era una cuestión de prestigio reconquistar Teruel, aquel era el punto de partida para avanzar hasta Castellón y llegar al Mediterráneo. Franco estaba furioso, su pretendido asalto final a Madrid partiendo de una ofensiva por Guadalajara tendría que esperar, si no quería que se hundiese el frente de Aragón.

Los soldados se cubrían con largos capotes, gorros de lana, incluso con mantas. El frío era un enemigo para todos; congelaba los miembros y arrugaba el alma. Desde el interior de los destruidos edificios se veía el viaducto y al fondo la ciudad.  Su conquista había dejado a Teruel convertida en escombros. En sus bellas torres mudéjares, el efecto de las granadas y los obuses semejaban mordiscos de un ser monstruoso.

Párrafos de Pingüinos en París (Bajo dos tricolores)

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El frío, el peor enemigo. Foto del blog: El club de los poetas muertos.

Magnífico reportaje sobre la batalla:  http://poetasmuertosjinetes.blogspot.com.es/2013/02/batalla-de-teruel-la-caballeria.html

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Ernest Hemingway en Teruel. Foto de Alfonso Casas.

 

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Carros T-26 en Teruel. El César delirante: La batalla de Teruel.

Artículo muy interesante sobre la batalla:

http://www.librosywargames.com/index.php?page=la-batalla-de-teruel-1937-1938

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Teruel, el Acueducto. Foto: Robert Capa

Unas casas derruidas, que protegían estratégicamente el viaducto que daba acceso a Teruel desde el barrio del ensanche, eran el cuartel general de la compañía de Hugo y el resguardo para que los cañones y la aviación fascista no les hicieran añicos. Pietro entró en el puesto de mando, lucía los galones de sargento por su valor y liderazgo durante el asalto a la ciudad. El lugar era una sala, otrora el espacioso comedor de una de las casas bombardeadas, que todavía seguía en un estado aceptable. Una mesa de despacho con cierta documentación, la de comedor con planos extendidos de la ciudad y alrededores, y algunas sillas, eran todo el mobiliario. 

  • ¿No querías combatir, Pietro?– dijo Hugo.
  • A eso he venido. ¿Qué hubierais hecho sin mí?
  • Nada Pietro, al menos nos puedes traducir lo que dicen por radio los italianos.
  • Tienes una visita. Es un fotógrafo americano, un tal Capa.
  • ¿Capa? – De inmediato recordó a Gerda.
  • Dile que pase, es un viejo amigo.

  Endre entró en la estancia, con sus cámaras al cuello, su sonrisa franca y un chaquetón tres cuartos de oficial republicano, sin ningún tipo de emblema, a buen seguro comprado en el mercado negro. Se saludaron efusivamente pese a ser la primera vez que se veían.  Hablaron largo rato de Madrid, del frío y de Gerda.

Párrafo de Pingüinos en París (Bajo dos tricolores)

 

 

Cine Anarquista español. Dos interesante reportajes sobre la caída de Teruel. Uno en la misma ciudad y el otro desde Catalunya con presencia del presidente Companys.

 

 

LA NUEVE: Los famosos half-track de La Nueve.

 

 

LA NUEVE: LOS HALF -TRACK

 

Cuento en mi novela que:

Los half- track era unos vehículos del tipo semioruga. Es decir, un todoterreno con ruedas  convencionales, instaladas en la parte delantera para la dirección y con orugas, tipo carro de combate, en la parte trasera para la tracción. Esta combinación le hacía muy operativo y capaz de  soportar mucha carga, tanto de hombres, de pertrechos, o remolcando piezas de artillería .

Para 1940, el half-track había sido estandarizado en el ejército norteamericano como vehículo para la infantería mecanizada. La 2ªDB, Segunda División Blindada de la Francia Libre, conocida como La División Leclerc,  fue dotada de semiorugas M2 y M3. Su novena compañía: La Nueve, bautizó a sus vehículos con nombres españoles.  A continuación podéis  ver algunos de ellos:

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De Gaulle pasando revista a los half – track de La Nueve, antes del desfile del 26 de agosto de 1944.

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El Almiral Buiza, bautizado con el nombre del último almirante republicano.

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El Brunete.

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El Don Quijote (Don Quichotte) con su tripulación y otros miembros de La Nueve.

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El Ebro.

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El Cap Serrat

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El Madrid, con Ramón Gualda

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El Guadalajara, con su tripulación en el Bois de Boulogne

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El “Los Cosacos” (Les Cosaques) en Estrasburgo

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El España Cañí, rebautizado como Libération

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El Guernica

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El Los Pingüinos (Les Pingouins)

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El Santander

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El Teruel

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El Nous Voilà

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Imágenes del desfile del día 26-8-1944

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El “Almiral Buiza” maqueado como “Teruel”. Los Half track llevaban el nombre en la parte delantera. La banderas es la española republicana. Desfile del 26-8-1944

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Desfile del 26-8-1944

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Cap Serrat

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Preparación del desfile.

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El Resistance en la plaza del Ayuntamiento el 24-8-1944

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Domingo Baños en el Guadalajara

 

Liberación de Estrasburgo 24 de noviembre de 1944. La Nueve

El día 23 de noviembre de 1944 la 2ªDB, La División del general Leclerc liberaba la ciudad de Estrasburgo y con ella La Nueve.

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Philippe Leclerc de Hautecloque  fue designado comandante de las Fuerzas  Francesas de Liberaciónen del Chad,  en enero de 1941 y poco después, el 1 de marzo de 1944 tomaba  Koufra a  los fascistas  italianos. Al día siguiente Leclerc hizo jurar a sus hombres,  en su mayoría por tropas indígenas, que tomarían Estrasburgo.

…Juramos no abandonar las armas hasta que nuestros colores, nuestros bellos colores, ondeen  sobre la Catedral de Estrasburgo.  Dijo Leclerc

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Foto: El Litoralcom.ar

La decisión de dar el mando a Leclerc de la Segunda División Blindada no tuvo opositores. Aquel joven militar, capaz de sacar lo mejor de sus tropas, debía de aglutinar fuerzas para dotar a su división de los mejores hombres. En esta ocasión, no podía contar con sus soldados del Chad que le habían acompañado en todas las campañas desde Gatroun a  Kufra y dónde les hizo jurar que no abandonarían las armas hasta que la bandera francesa ondeara en Estrasburgo. Curiosa situación la de aquellos hombres de color, de etnias y de religiones distintas, jurando recuperar una ciudad de la que ni siquiera conocían su emplazamiento, entusiasmados  por la arenga de un joven oficial que apenas contaba cuarenta años, de aspecto frágil, ademanes enérgicos y  ascendencia aristocrática. Ahora, aquellos soldados que habían combatido ferozmente a su lado eran enviados a sus casas y a sus aldeas. Pero antes fueron obligados a devolver sus armas y sus nuevos uniformes, con lo que tuvieron que regresar con los viejos, desgarrados y mendicantes.

Párrafo de Pingüinos en París

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Leclerc recurrió a los valientes republicanos españoles para que fueran la base de su división. La primera incorporación había sido la del francés Joseph Putz, un héroe de la Primera Guerra Mundial y combatiente en la Guerra Civil española, donde había comandado fuerzas de las Brigadas Internacionales y que conocía muy bien el valor de los españoles. El sistema de reclutamiento empleado por Putz tuvo poco de ortodoxo: fue convenciendo a los españoles de los Cuerpos Francos y de la Legión Extranjera para que se incorporaran a la nueva división, en concreto a su batallón adscrito al III Regimiento de Marcha del Chat. Para promover este enganche contaba con uno de los capitanes más prestigiosos de la Legión Extranjera, Miguel Buiza. Así que fueron captando a cuantos españoles pudieron. Muchos combatientes republicanos desertaron de sus otros destinos para ser incluidos en la 2ªDB, incluso cambiaron de nombre y falsificaron su documentación. Otro de los colaboradores de Putz en las tareas de reclutamiento fue Miguel Campos, un canario de rostro ovalado y frente despejada, carácter introvertido, valiente y audaz; su brillante dialéctica era capaz de convencer a cualquiera y su mayor obsesión consistía en regresar a España para proseguir la guerra contra Franco. Miguel se dedicó a visitar a sus compatriotas de otros batallones para incorporarlos al de Putz. Convenció a cientos de ellos. Pronto el batallón fue conocido como el “Batallón Hispano o el de los Pingüinos”.

Extracto de Pingüinos en París

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El Brunete en Alsalcia

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Sherman de la División  Leclerc en Badonviller,  Wikipedia

En octubre de 1944, la 2DB atraviesa el Mosela,  El “sous-groupement” del teniente coronel La Horie se instala en Xaffevillers, dentro del regimiento, La Nueve, será una de las compañías más combativas. En estos ataques La Nueve tendrá las bajas siguientes.

  • 12 / 09 / 1944, MORILLAS Manuel, Sargento-Jefe. muerto en Andelot
  • 13 / 09 / 1944, ALMENDRO Antonio, soldado de primera, muerto en Hymont
  • 15 / 09 / 1944, DIEZ José, Sargento, muerto en  Châtel-sur-Moselle
  • 16 / 09 / 1944, BENITEZ Bernado, soldado, muerto en Châtel-sur-Moselle
  • 16 / 09 / 1944, CAÑERO Juan, cabo, muerto en Châtel-sur-Moselle
  • 14 / 10 / 1944, VÁZQUEZ Alicio, soldado, muerto en Ménarmont
  • 14 / 10 / 1944, RAMON-FABREGAS (David Estartit), Sergento-jefe, muerto en Ménarmont
  • 31 / 10 / 1944, LECHADO Francisco, soldado, muerto en Pettonville.

  Una pieza clave de la línea defensiva alemana  es Baccarat, en la Lorena, y a menos de cien kilómetros de  Estrasburgo. Leclerc envía a La Horie y asus hombres a tomar  Badonviller, por el norte. La Nueve, mandada por Amado Granell – Dronne  está ausente – será la infantería mecanizada que romperá las primeras resistencia alemanas. La toma del pueblo de Badonviller tiene que hacerse casa por casa. Durante estos combates perderán la vida los siguientes componentes de La Nueve:

  • 01 / 11 / 1944, MESTRAS-PERÉZ Mateo, soldado de primera, muerto en Hablainville
  • 01 / 11 / 1944, CARIÑO Antonio, sargento,  muerto en Vacqueville
  • 01 / 11 / 1944, GONZÁLEZ  Augustín, soldado de primera, muerto en  Vacqueville.
  • 11 / 11 / 1944, PEREA Julian, soldado, muerto en Vacqueville.
  • 16 / 11 / 1944, BOTCAZON Roger, soldado, muerto en Badonviller
  • 16 / 11 / 1944, BULLOSA Manuel, sargento, muerto en Badonviller
  • 16 / 11 / 1944, CASTILLO Pedro, soldado, muerto en  Badonviller
  • 16 / 11 / 1944, DUROS Jean, sargento, muerto en Badonviller
  • 16 / 11 / 1944, MARTÍNEZ Antonio, soldado, muerto en  Badonviller
  • 16 / 11 / 1944, LÓPEZ-SÁNCHEZ Nicolás, soldado,  muerto en Badonviller
  • 17 / 11 / 1944, BONGARD Auguste, soldado, muerto en Badonviller
  • 17 / 11 / 1944, LAFUENTE José, sargento, muerto en Badonviller
  • 18 / 11 / 1944, KRON Francis, Subteniente,  muerto en Badonviller

También falleció en el ataque el comandante de la unidad el teniente coronel La Horie, entre otros muchos.

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Memorial de La Horie en  Badonviller, wikipedia:

El 20 de noviembre Putz visita a La Nueve y felicita a sus hombres por su coraje en Badonviller. Granell está extenuado. El día 22 abandona definitivamente La Nueve.

Estrasburo es liberado  el 23 de noviembre de 1944

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Foto de AP PHOTO. Half -track  de la 2DB en la ciudad de Estrasburgo.

Presentación de Pingüinos en París, en la Casa de Castilla la Mancha en Zaragoza

Este domingo día 20 de noviembre a las 19h., presentaré la novela en la Casa Regional de Castilla la Mancha. Tengo dos motivos muy importantes: El primero porque en la Casa tengo un montón de amigas y amigos; el segundo porque en la novela aparece uno de los pueblos castellano manchegos en la guerra civil. Se trata de Argamasilla de Calatrava. Allí le pilla la derrota republicana a Martín Bernal.

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Fotos de La Voz de Puertollano

Llegaron al pueblo a eso de las nueve de la noche. Entraron por la carretera de Puertollano que atravesaba la población, dejando atrás las tapias del cementerio. Un escalofrío les recorrió la espalda al pasar frente a ellas. “Solo es un presentimiento”, pensó Martín.

 Un niño, de apenas seis años, empezó a gritar en cuanto aparecieron por las primeras casas.

  • ¡Los nacionales, llegan los nacionales!

Salieron algunos vecinos y pronto se dieron cuenta de que era un grupo de republicanos.

  • Pero ¿qué hacéis por aquí, hijos?, los moros están de todas partes – dijo un anciano.
  • ¿También en Puertollano?
  • Si no han entrado, están a punto.

Llegó hasta el grupo un guardia de asalto de aspecto corpulento.

  • ¿Sois de la CNT?
  • Sí – respondieron confiados.
  • Yo también, compañeros, me llamo Emilio. “Andaros” con mucho ojo. La radio ha dicho que en Ciudad Real y en Puertollano las tropas republicanas se desintegran y los soldados vuelven a sus casas. Y el “parte” de los de Franco pide a todos los soldados que entreguéis las armas y os rindáis.
  • ¿Hay algún lugar en el que podamos dormir sin comprometeros?

Los paisanos se miraron unos a otros, Emilio les recomendó llegarse a los olivares de Sierra Alta a la salida del pueblo al otro lado del río Tirteafuera. Una mujer les ofreció unos chorizos y otra una hogaza de pan; de lo que dieron buena cuenta en cuanto se apostaron entre los olivos manchegos.

Fragmento de Pingüinos en París (Bajo dos tricolores)

 

La Batalla del Ebro en Pingüinos en París (Bajo dos tricolores)

 

Uno de los grandes escenarios de la novela es el de las tierras altas del Ebro durante la famosa batalla. La madrugada del jueves día 17 de noviembre se cumple el aniversario de la finalización de esta batalla en la que algunos de  los personajes de Pingüinos en París son sus actores.

La batalla del Ebro fue la más encarnizada de la Guerra Civil Española. El frente estaba dividido por el río Ebro, que servía de frontera natural a los dos ejércitos. El ejército republicano inició una gran ofensiva el día 25 de julio de 1938, con el objetivo de obligar al ejército franquista de Levante, que asediaba a Valencia, para que desviara su atención hacia el frente del Ebro.

 

Algunas fotos de la Batalla del Ebro

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La 46 División avanzando (Foto ABC). Holandeses que luchaban dentro de la  XI Brigada mixta. El oficial que, con gorra de plato y pistola en mano, guia esa escuadra es Piet Laros, que durante los años de la ocupación nazi de los Paises Bajos lucho en la resistencia, y -siendo capturado- fue enviado al campo de concentracion de Buchenwald. Sobrevivió a todo eso, y falleció de muerte natural en 1997. Datos aportados por: Francisco Javier Narbaiza Solozabel.

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El paso del Ebro ( Foto de El Periódico)

El mismísimo general Rojo coordinaría personalmente la batalla. Como capitán de su compañía, pidieron a Hugo que seleccionara entre sus hombres a los mejores nadadores para instruir a sus compañeros; el contraataque sería a través del río. Se incorporaron a la división jóvenes de 18 años y brigadistas internacionales supervivientes de otras unidades. Los hombres bajo el mando de Hugo, encuadrados en la XIII Brigada, pertenecían a media docena de nacionalidades y a españoles de la Quinta del Biberón. Pietro fue uno de los instructores que, junto a los infantes de marina acuartelados en el Delta, enseñaron a remar al resto de la compañía. Reinaba un ambiente de buen humor y las caídas desde las barcas de los improvisados remeros, fruto de su inexperiencia en tales lides, provocaban las carcajadas de sus compañeros; los chapuzones no venían mal entre los calores de julio.          

La madrugada del día 25 cesaron las bromas. Barcazas, pasarelas, hombres y maquinas atravesaron el Ebro. Pasaba un cuarto de hora de la medianoche. El trabajo de los pontoneros había resultado magnífico. En silencio y prestos al encuentro con el enemigo, la brigada cruzó por distintos puntos entre Mequinenza y Amposta. Las tierras del Ebro, repletas de viñedos y olivos, mostraban sus campos que todavía no habían sido arrasados. La luna, escondida aquella noche, apenas alumbraba los peñascos y las sierras que a partir de este momento estarían para siempre ligadas a la batalla. Las alturas de Pàndols y de Cavalls, desde las que se dominaba gran parte del discurrir final del río, contemplaban a las fuerzas republicanas alcanzar la orilla izquierda.

Fragmento de Pingüinos en París (Bajo dos tricolores)

El frente se extendió a lo largo de sesenta kilómetros, desde Amposta (Tarragona), hasta Mequinenza (Zaragoza). Al exitoso ataque inicial republicano siguió un combate posicional donde ambos ejércitos luchaban ferozmente por cada trinchera y por cada cota. Las muertes entre ambos contendientes superaron la cifra de veinte mil. Muchos cadáveres quedaron dispersos entre las sierras y barrancos de la zona y, todavía hoy, se encuentran restos de osarios y restos de armamento en lugares como El Pinell, Miravert, Ribarroja, Flix, Ascó, la Fatarella o en las Sierras de Pàndols,  Cavalls, Lavall y  en las trincheras de las Cotas 496, la 481 (El grano), o la 705. Todos estos nombres pasaron a la historia de la batalla.

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Fotos de Internet: batallasdeguerra.com

Al despuntar la mañana siguieron avanzando y antes de anochecer habían conquistado Mora de Ebro. A pesar de que el enemigo había provocado una crecida de dos metros del Ebro, abriendo los embalses de Lérida para dificultar el paso del armamento y avituallamiento, el Ejército Popular se sentía fuerte y decidido. Algunos bimotores Tupolev SB-2 Katiuska bombardeaban tenazmente las posiciones golpistas y los Polikarpov se adueñaban del aire. Todo parecía ir sobre ruedas.

De nada sirvieron los contraataques enemigos del día siguiente y su incesante bombardeo a las pasarelas del Ebro. Los pontoneros republicanos fabricaban falsos puentes hechos con alambres y cartón, que se convirtieron en el inútil objetivo de los aviones de la Legión Cóndor. Las pasarelas auténticas, mediante un original mecanismo, permanecían sumergidas en el agua durante el día y eran elevadas a la superficie por la noche para recibir suministros y evacuar a los heridos. Quedaba abierto un frente de más de cuarenta kilómetros de ancho. Capturaban a tantos prisioneros que superaban ampliamente el número de los atacantes.

Tres días después, la brigada alcanzaba las sierras de Pàndols y Cavalls; las planicies del Matarraña quedaban a la vista. Fuerzas de otras divisiones conseguían tomar los montes de la Fatarella. Les mandaron avanzar hasta Gandesa y para ello tenían que tomar la cota 481, en la zona de Puig del l’Áliga que era vital para el control de la zona. Una bandera de la Legión resguardaba la posición.

Se ordenó al batallón británico ocupar la cota. Ascendieron por la colina mientras una lluvia de granadas caía sobre ellos. Las explosiones machacaban a británicos y estadounidenses. Los legionarios gritaban enardecidos. Se repitieron los asaltos hasta en cuatro ocasiones, la mortandad no les asustaba y habían derrochado valor y dignidad, pero la bandera de la Legión seguía sobre la colina…

Fragmento de Pingüinos en París (Bajo dos tricolores)

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http://www.elmundo.es/elmundo/2011/09/30/galicia/1317404752.html

http://elpais.com/diario/2011/09/25/catalunya/1316912838_850215.html

http://ccaa.elpais.com/ccaa/2012/04/21/catalunya/1335038752_872001.html

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Foto y reconstrucción fotográfica del famoso «Charli», restos encontrados en la Fatarella, que corresponden a un soldado republicano, probablemente catalán. Según fotos e informe bajo la dirección de intervención de Alfredo González Ruibal  y Mª Carmen Rojo Ariza del magnífico trabajo:  EL ÚLTIMO DÍA DE LA BATALLA DEL EBRO
INFORME DE LAS EXCAVACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LOS
RESTOS DE LA GUERRA CIVIL DE ,Raïmats, LA FATARELLA
(TARRAGONA). Según publicación del CSIC del 2011 (CONSEJO DE INVESTIGACIONES CIENTÍFICAS)

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BUNKER. Foto El Mundo

Una medianoche, los requetés del Tercio de Nuestra Señora de Montserrat recibieron la orden de atacar la cota 481 desde sus posiciones de la 421. Lo hicieron sin ninguna cobertura, a pecho descubierto, tratando de cortar las dos líneas de alambradas entre la oscuridad. La decena de carros de combate detuvo su avance sin poderles ofrecer cobertura, dos de ellos fueron incendiados desde las trincheras por sendos cócteles Molotoff. Fue una carnicería, las bombas de mano y las ametralladoras de los defensores diezmaron a los asaltantes. Los requetés caían a docenas mientras trataban de esconderse entre viñedos y pedruscos paralizados de terror. No podían ni avanzar ni retroceder, durante nueve horas permanecieron atrapados bajo el fuego de los brigadistas. Hugo Martínez advirtió que eran fuerzas catalanas. La sección que había atacado las posiciones de su compañía estaba aniquilada, aquí y allá los cuerpos de los requetés permanecían inmóviles, aunque algunos todavía seguían con vida; sus ayes lastimeros se escuchaban mientras el día agonizaba. A propuesta de Hugo sus superiores autorizaron un alto el fuego para que los asaltantes pudiesen retirar a sus muertos y heridos. Se asomó por la trinchera con una bandera blanca y ofreció la tregua a los requetés. Como sombras, fueron levantándose de sus parapetos vegetales y minerales y en silencio de muerte recogieron a sus camaradas heridos y moribundos.

Fragmento de Pingüinos en París (Bajo dos tricolores)

 

 

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Restos de otro combatiente.

Noticia: Hallan los restos de un combatiente de la Batalla del Ebro

Investigadores del CSIC y de la Universitat de Barcelona (UB) encontraron en la línea fortificada de La Fatarella los restos de un soldado republicano que, al parecer, murió sepultado en la trinchera en la que combatió hasta el último momento, cuando aseguraba el repliegue de sus compañeros, que volvieron a cruzar el río derrotados, cinco meses después de lanzar la que fue su última ofensiva.

Leer mas: http://www.europapress.es/catalunya/noticia-hallan-aldover-tarragona-restos-combatiente-muerto-batalla-ebro-20131003185647.html

 

El Ebro fluía tranquilo, el silencio era total cuando los hombres de la 35 División aprovecharon la oscuridad para abandonar el pueblo de la Fatarella. Había que retirarse hacia Flix. Su puente de hierro todavía estaba en condiciones de uso. Los pontoneros tenían camufladas entre arbustos y matorrales tres pasarelas que podían tender en cuanto oscureciera.

En el llamado balcón del macizo de Montredon, una amplia colina áspera, desierta y rocosa, sobre la que se apoya a modo de escalones el enriscado del macizo, la XIII brigada cubría la retirada de las fuerzas propias. La aviación y la artillería fascista les bombardeaban constantemente, protegiendo a las tropas franquistas que avanzan para desalojarles. La compañía de Hugo,      reforzada con soldados españoles procedentes de otras que habían sido diezmadas, ocupaba la vanguardia de las defensas del Montredon. Al atardecer oyeron ruido de aviones, afortunadamente eran los chatos y los moscas republicanos. Cuarenta y cinco aparatos iniciaron su vuelo rasante y ametrallaron a los atacantes; el enemigo se detuvo en seco. Al caer la noche, el macizo se convirtió en un teatro de sombras que jugaban con el cuarto creciente de la luna…

Fragmento de Pingüinos en París (Bajo dos tricolores)

La batalla del Ebro contada en dos partes por TVE

 

Museo de la Batalla del Ebro en Fayón

 

UNO DE LOS PERSONAJES DE PINGÜINOS EN PARÍS

JOAN PUJOL, EL MEJOR ESPÍA DEL SIGLO XX

 

NACIÓ EN 1914, EN LA CALLE MUNTANER DE BARCELONA Y NUNCA PERDIÓ SU ACENTO CATALÁN. SU ESTATURA ERA LA NORMAL PARA AQUELLOS AÑOS, APENAS UN METRO SESENTA, MIOPE, CALVO, TÍMIDO Y DE ASPECTO CORDIAL; SIN EMBARGO, ESCONDÍA EL MEJOR ESPÍA DE AQUELLOS TURBULENTOS AÑOS DE LA II GUERRA MUNDIAL. EN 1944 FUE CONDECORADO POR LOS DOS BANDOS, LA CRUZ DE HIERRO ALEMANA Y LA ORDEN DEL IMPERIO BRITÁNICO.

 

Tal día como el pasado lunes moría en Caracas (Venezuela), era el 10 de octubre de 1988 y fue enterrado en Choroní una localidad costera venezolana que Pujol consideraba el mejor lugar del mundo.  Medio siglo antes, había sido reclutado por el Ejército Popular de la República Española y llevado al Ebro dónde se pasó a las tropas franquistas. Su educación burguesa y el recuerdo de lo que había vivido en Barcelona le hicieron tomar, pese a su incuestionable ideología liberal, esta decisión y de la que siempre se arrepintió.

Cuando Europa estalló con la más terrible de las contiendas, Pujol decidió hacer  la “guerra” al lado de los Aliados y para eso trabajaron, junto con su esposa Aracelí, como agentes dobles, engañando a los alemanes haciéndoles creer que tenía una extensa red de espías al servicio de los nazis. Pero, la famosa red “Arabel” nunca existió; él y su esposa residían en Lisboa haciendo creer a Hitler y a Canaris que estaban en Londres. El servicio secreto inglés lo incorporó a su servicio de espionaje con el nombre de Garbo.  En 1942 se traslada al fin a Londres y aquí empieza su leyenda.

Muchos fueron los servicios que prestó Garbo al MI5 y a los Aliados, pero el más brillante y con el que evitó cientos de miles de muertes, tanto de aliados como de alemanes, fue el famoso engaño de la Operación Overlord, el desembarco de Normandía. Pujol hizo creer al estado mayor alemán  que el desembarco al continente sería por el Pas de  Calais. Los alemanes concentraron la mayor y mejor parte de sus fuerzas allí. Seis horas antes del Dia D, Pujol comunicó al mando alemán que habría un desembarco en Normandía, pero que sólo se trataba de una operación de distracción. Las fuerzas alemanas esperaron semanas el ataque por Calais, lo que dio tiempo a los Aliados para consolidar sus posiciones. Todo esto lo cuento en mi nueva novela“Pingüinos en París (Bajo dos tricolores)”, en la que Pujol es uno de los personajes que en ella aparecen.

Sólo hubo una circunstancia que puso en peligro la jugada perfecta de Garbo. Su esposa Aracelí cansada de la comida inglesa, de vivir en Londres y llena de morriña por España, amenazó con ir a la embajada española y pedir su regreso y el de sus hijos a España. Trabajo le costó al MI5 convencerla de que, con su actitud, podía poner en peligro muchas vidas. Corría el año 1943 y Pujol era el espía favorito de la Abwehr, el servicio de inteligencia alemán y el mejor agente del MI5.

Terminada la Segunda Guerra Mundial y temiendo las represalias de los nazis supervivientes, el MI5 preparó un viaje de Pujol a Angola y allí el espía fingió su propia muerte por efectos de la malaria. De nuevo los había engañado a todos, y se largó de incognito a Venezuela donde se casó con Cermen Cilia de la que tuvo dos hijos y una hija a los que contaba, como una fábula que nunca creyeron, que él había sido un gran espía. Nadie supo de él hasta que el escritor inglés Nigel West, seudónimo de Rupert Allason,  le “resucitó”. En 1984  fue recibido por la reina Isabel II, viajó por diversos países europeos y a su querida Barcelona en la que se reencontró con los dos hijos de su primer matrimonio, que le consideraban muerto.

“Demasiados macarrones, demasiadas patatas y no suficiente pescado”, como repetía Aracelí González, pudieron echar por tierra los engaños de Garbo a Hitler, no sabemos como el MI5 convenció a la dama, tal vez haciéndole llegar algunos percebes de su Galicia natal.

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